Palma, 5 jun (EFE).– La escobilla del váter del “palacete” de Jaume Matas y la caja de Cola Cao en la que Antonia Ordinas guardaba su botín son ya iconos de la corrupción de Mallorca y como tal se recogen en la exposición “Barcelona-Valencia-Palma”, organizada por el Centro de Cultura Contemporánea (CCCB) de la capital catalana.
También los pantalones de Francisco Camps, el bolso de Rita Barberá y el lujoso todoterreno de Ricardo Costa simbolizan la relación perversa entre política y dinero en un montaje cuya pieza estrella es una maqueta, forrada de billetes de 500 y 100 euros, del entorno de la casa del ex presidente del Palau de la Música, Fèlix Millet, que se construyó una réplica de la sala de conciertos.
Estas imágenes ligadas a la corrupción, eje común de la actualidad política en las capitales de Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, son iconos de la manera de actuar de una nueva “oligarquía cleptómana” que forma parte de la “idiosincrasia” de Valencia, Palma y Barcelona, según ha asegurado a EFE el autor de la instalación, el artista Daniel G. Andújar.
“Los referentes más inmediatos de la corrupción están tan asumidos que se perciben como algo propio, forman parte de la cotidianeidad”, indica en el texto que explica el montaje, una de las secciones de una exposición de contenido mucho más amplio.
En “Barcelona, Valencia, Palma. Una historia de confluencias y divergencias”, que se expondrá en el CCCB hasta el 12 de septiembre, se contraponen aspectos de las tres ciudades como sus proyecciones futuras, los usos lingüísticos, sus modelos de crecimiento, su condición de escenario para el turismo (kitsch y masivo en ocasiones) y los tópicos culinarios.
En medio de este conjunto, la instalación del artista alicantino introduce una fuerte carga de crítica social a partir de la exhibición de los que llama “objetos de deseo”, elementos que, como la famosa escobilla de váter modelo “Lulú”, son el “símbolo más paródico” de una “forma de proceder muy chabacana”.
En opinión de Andújar, el caso del ex presidente balear es revelador de un modo de vida ostentoso que “reproduce los clichés más cutres del mundo de la farándula”.
Considera que la historia de Matas es comparable a la de Millet en cuanto a que ambos entraron en una dinámica de apropiación de lo público, de manera más directa el ex presidente del Palau de la Música, que usaba los recursos de la institución para equipar a todo lujo su mansión.
Pero mientras el catalán pertenece a la “oligarquía” burguesa de Barcelona, el mallorquín y los políticos acusados de corrupción en Valencia provienen de las clases medias, y cuando se asientan en el poder “se creen que están por encima del bien y del mal” y que su “contribución” a la prosperidad general ha de trasladarse a su propia forma de vida, argumenta el artista.
Al margen de estas diferencias, Andújar asegura que ha abordado la corrupción en las tres ciudades “exactamente igual”, y resalta que ha suprimido de su montaje los nombres de los principales aludidos porque los espectadores reconocen los iconos sin necesidad de indicaciones explícitas.
En la inauguración del pasado 26 de mayo, que contó con la presencia de la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, se informó de que estaba previsto que la exposición se muestre también en la capital balear, pero fuentes de Cort han precisado que aún no se ha cerrado el acuerdo, aunque el objetivo es que “Barcelona, Valencia, Palma” se exhiba en Ses Voltes a finales de año.
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