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Les polítiques culturals han estat segrestades per les grans infraestructures María Palau El Punt / Avui L’artista i activista Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) va dedicar bona part del confinament a reflexionar sobre la situació de l’art, que carrega una motxilla de crisis cada vegada més pesant, i alguns dels seus punyents escrits han anat circulant per les xarxes socials. Una veu impertinent per als que voldran que tot torni a ser com era (si és que es pot). Daniel G. Andújar amb el treball que presenta a la galeria Àngels Barcelona dins de l’exposició ‘Dos espais’ (dissabte serà el darrer dia per visitar-la), de la interiorista Pilar Líbano, que ha creat un espai domèstic en què art contemporani i disseny dialoguen ORIOL DURAN. Com l’ha afectat aquesta crisi? Professionalment, l’impacte ha estat fortíssim perquè bona part del meu treball es desplega a fora. El mateix divendres 13 de març, havia d’inaugurar l’exposició El tercer estat a la Virreina, que es va obrir quan vam sortir del confinament. Aquell cap de setmana, havia d’anar a Belgrad per a la presentació d’una mostra col·lectiva. I a finals de mes, hauria d’haver viatjat a Mèxic per treballar amb temps un projecte a la Fundació David Alfaro Siqueiro, que incloïa una recerca

El tejido institucional necesita un completo rediseño y un cambio de modelo radical que pueda responder a los retos a los que nos enfrentamos. Hay que hacer entender la necesidad de que la intervención del Estado es fundamental para asegurar la responsabilidad por el sector de la Cultura. Es necesario una redirección urgente del gasto público que en lugar de servir para desarrollar las funciones sociales que el mercado no va a atender está buscando estimular la economía de la precariedad en el nivel más bajo posible. Puede que estemos ante una oportunidad única de cambio profundo, dada lo coyuntura. Esperemos que el silencio imperante sea una pausa temporal del pensamiento reflexivo y que pronto nos sorprendan con propuestas de procesos culturales emancipadores. Insisto, sería interesante oír la voz de nuestros dirigentes políticos para ver como afrontan esta situación sin precedentes, cuales son sus propuestas de asistencia urgente y sus recetas para una pronta recuperación.

Ángeles González-Sinde En 1971, en el 90ª aniversario de Picasso, algunos encontraban tan aberrante y amenazadora su mirada como para prenderle fuego Sábado, 08/06/2019 Cuando yo era niña, la figura de Picasso, entonces ya un anciano, me producía temor. No por la mala prensa que tenía en España donde el franquismo procuraba ignorarle y sus obras, si excepcionalmente se exponían en alguna galería, no encontraban comprador, sino por su mirada penetrante, por esa masculinidad desafiante que practicaba y que a mí, como niña y luego como joven mujer, me resultaba distante e incluso antipática. Su obra en cambio sí me gustaba. Especialmente los amorosos retratos de sus hijos y de sus mujeres me atraían y contradecían lo avasallador de aquella imagen pública. En mi casa, por supuesto, Pablo Picasso era visto con admiración y reverencia por mis padres, que, siendo

Estos días, Daniel G. Andújar tiene dos exposiciones a la vez, una sobre la clonación como medio de salvar al arte del totalitarismo (por supuesto, es una ironía), y otra sobre la hipocresía artística en Barcelona Javier Pérez Andújar Barcelona - Sábado, 09/06/2018 | Actualizado a las 16:28 CEST Barcelona 04 06 2018 BARCELONEANDO El artista Daniel G Andújar ha inaugurado la expo Los Desastres de la Guerra en la Fundacio Suñol FOTO de FERRAN NADEU Casi siempre va todo de negro, vaqueros, camiseta, como un rocker o igual que esos técnicos que acompañan a los rockeros o que en los teatros mueven las cosas del escenario sin que nadie se fije aunque todo el mundo los vea. Los dos somos Andújar de madre, pero nuestras madres no son familia. No es lo mismo ser Andújar de madre que de padre. Lo he visto en mis primos. Para ellos el apellido marca un carácter y una estirpe. Los Andújar de madre lo llevamos con escepticismo. Nadie más descreído que Daniel G. Andújar, pero del mismo modo que para desayunar hay que estar primero en ayunas, para descreer se ha de haber creído antes. ¿En qué creyó este artista? Las veces que hemos hablado me ha

ANTONI RIBAS TUR Barcelona 31/05/2018 ARA

L’última Documenta de Kassel, celebrada l’any passat, va ser diferent de totes les anteriors: no es va desenvolupar només en aquesta ciutat alemanya, sinó també a Atenes, perquè la crisi econòmica i els estralls de la crisi migratòria van convertir la capital grega en un lloc de treball ineludible per als artistes i els intel·lectuals. L’artista Daniel García Andújar (Almoradí, Alacant, 1966) va desenvolupar un projecte a totes dues ciutats, i el públic que no el va poder veure en el seu moment té una cita imprescindible a la Fundació Suñol a partir d’avui: “Un dels grans dèficits que tenim és que hi ha artistes que presenten projectes amb molt nivell i no arriben ni a Catalunya ni a l’Estat”, diu el director artístic de la institució, Sergi Aguilar.

La mostra porta per títol Daniel G. Andújar. Els desastres de la guerra i unifica per primera vegada la mostra alemanya i la grega. Arrenca amb un vídeo que recull la culminació de l’exposició a Kassel: la crema d’una falla feta amb reproduccions d’escultures clàssiques, presentades dins uns esquelets de fusta que recorden les evacuacions de museus durant una guerra. “Són dues peces diferents però sempre les vaig plantejar amb un diàleg constant. La part d’Atenes al·ludeix al cànon i la de Kassel a la guerra i l’actualització dels conflictes”, explica Andújar. De resultes d’aquest diàleg entre art, història, política i guerra, el cànon artístic apareix, com diu el mateix artista, com una “imposició” i com “una força d’ocupació”. A diferència de les falles i les fogueres de la nit de Sant Joan, a Alemanya la crema de la falla va ser delicada: “Cremar escultures té un significat molt potent, perquè els totalitarismes s’apropien de la cultura popular i del llenguatge. Tot queda reciclat pel filtre del totalitarisme”.

El artista, activista y teórico Daniel G. Andújar será el encargado de inaugurar la primera Interferències del 2018, que lleva por título Paisaje visual. Territorio de resistencia y que tendrá lugar el 17 de enero a las 14:00 h en BAU. Esta conferencia es la cuarta sesión Interferències del curso 2017-18, un ciclo organizado por el Área de Cultura de BAU que ha traído a artistas, activistas, filósofos, arquitectos e investigadores como Timothy Morton, Ibon Bilbao (Arquitectos de Cabecera) o Lara Costafreda (Casa nostra, casa vostra) en el primer semestre del curso. Según Daniel G. Andújar, el lenguaje visual es la herramienta más valiosa de la práctica artística, pese a que en estos momentos lo “visual” está específicamente asociado al territorio digital contemporáneo, al ocio digital, a la publicidad. El arte ya no tiene la hegemonía e influencia del pasado en los procesos de generación de un imaginario visual, es más, ha perdido parte de esa capacidad. Las estructuras que creamos condicionan nuestra percepción de la realidad. Afortunadamente, todo lo que somos capaces de construir, seremos capaces de modificar. La práctica artística puede convertirse en un lugar estratégico de resistencia a las interpretaciones estandarizadas de los medios digitales y la maquinaria de control y mediación que el capitalismo impone. Tal vez sea el momento de dejar de producir más ruido, de fabricar más imágenes ciegas y de adhesión a la autoridad o a determinados intereses de las sociedades postcapitalistas. Esto no quiere decir necesariamente dejar de trabajar con las imágenes, sino más bien reflexionar cómo se han construido estas imágenes, cuál es su estructura, qué significado tienen y cómo podemos activarlas e incorporarlas en el proceso cultural.

Publicado originalmente en El Estado Mental, 22 noviembre 2016 captura-de-pantalla-2016-11-20-a-las-12-21-10 Mientras discutíamos de si Madrid o Barcelona, de si las cañas se toman en la barra o en la mesa, el capitalismo volvió a irrumpir a bofetadas en nuestras tertulias. La cuestión inmobiliaria va ganando terreno al debate sobre la atonía cultural de la ciudad, el tedio político o el éxodo a Madrid. La dura realidad se impone. El libre mercado ha llegado al alquiler, a nuestro alquiler. El mercado está revuelto, los contratos se acaban y se imponen las subidas. La arbitrariedad manda y en el mejor de los casos –¡qué suerte!– los incrementos son del 20%, y en el peor hasta del 100%. Es decir, que te busques la vida en otro lado, que nos echan de nuestro barrio.

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Prophetia comprises works by twenty-five artists who have followed and addressed the formation of the European Community. The point of departure for the exhibition is a video by the Albanian artist Anri Sala, dating from 2002, that portrays the moment when the dream of Europe was still intact in some of the countries aspiring to enter the European Union. All the other works on exhibit are more recent and reflect the current sense of uncertainty concerning the European project. The diverse origins of the artists featured in the show lead to a confluence of very different points of view and sensibilities. As a whole, the Prophetia exhibition invites us to reflect upon the history and evolution of the European Union, with a special emphasis on the latest developments. Prophetia is structured around three concepts that are closely linked to the philosophical and ideological foundations of Europe: rape, correspondence and reciprocity, and responsibility. These three concepts also provide the backbone for the exhibition catalogue, which includes essays by Bojana Kunst, Ingrid Guardiola, Cécile Bourne Farrell, José Luis Corazón, Srecko Horvat, and Piedad Solans. The Prophetia project has been curated by Imma Prieto.