La Catalunya que verá Venecia

La apuesta catalana va de la iconoclastia al postcapital pasando por las metrópolis  |  Pedro G. Romero regalará monedas de Manlleu manipuladas por lo republicanos  |  Daniel G. Andújar ha reunido 250.000 documentos, desde la caída del Muro hasta el atentado del 11-S

Teresa Sesé | Barcelona | 03/04/2009 | La Vanguardia

Habla Josep-Lluís Carod-Rovira: “La Bienal de Venecia es una oportunidad única para intentar que el resto del mundo abra los ojos y mire hacia Catalunya. Por ello, el propósito no es mostrar un catálogo del arte catalán, sino abrir un observatorio del momento creativo que vive Catalunya; que se nos identifique con un país donde la innovación en el ámbito artístico ha llegado a niveles de excelencia; que la gente se pregunte ´¿pero qué pasa ahí?´ ´¿qué lugar es ese donde hay un espacio tan grande de creatividad?´”

Un pabellón con mal arranque

El pabellón catalán no pudo tener peor arranque. El anuncio, luego desmentido, por parte de Carod-Rovira en la clausura de la Feria de Frankfurt, de que Catalunya había sido invitada oficialmente a participar en la Biennale con un pabellón propio desató la polémica. Nunca existió tal invitación. Un enojoso error de comunicación sobre el que el Institut Ramon Llull echó luego tierra nombrando un prestigioso jurado internacional que sentara las bases de un concurso abierto y evitara las tentaciones de las designaciones a dedo.

En una reciente comparecencia pública, el vicepresident expresaba así las expectativas depositadas por el Govern en la próxima Bienal de Venecia, donde Catalunya contará por primera vez con pabellón propio dentro de los llamados Eventi collaterali, muestras institucionales donde en los últimos años han ido desembarcando naciones como Escocia, Gales, Irlanda del Norte o Taiwán. Será a partir del 7 de junio, en el Magazzini del Sale, un espléndido espacio en el centro histórico, muy cerca del museo Peggy Guggenheim.

¿Una reivindicación identitaria a través del arte? En absoluto. La idea misma quedó descartada en las bases del concurso elaboradas por el jurado internacional -presidido por Manuel Borja- Villel, el director del Museo Reina Sofía, y del que formaron parte, entre otros, el director de la Tate Modern, Vicente Todolí, y la actual conservadora jefa del Macba, Chus Martínez-que luego escogió la propuesta del comisario e historiador Valentín Roma (Sabadell, 1970), entre las 18 presentadas.

Bautizada enigmáticamente La comunitat inconfessable, título tomado del libro homónimo de Maurice Blanchot, autor para quien “el comunismo es aquello que crea comunidad”, según Roma, la propuesta indaga sobre lo comunitario en el mundo del arte e incluye trabajos de Daniel García Andújar (Almoradí, 1966), Pedro G. Romero (Aracena, 1964) y el colectivo Sitesize, fundado por Elvira Pujol y Joan Vila-Puig.

En las antípodas del trabajo que presentará Miquel Barceló en el pabellón español de los Giardini, el proyecto catalán no persigue ninguna experiencia estético, sino que tiene más que ver con lo que comúnmente entendemos por biblioteca o archivo, una práctica cada vez más arraigada en el mundo del arte. Agotado el tiempo de las declaraciones de intenciones y de los discursos políticos, es el turno de los artistas, quienes desvelan para La Vanguardia algunas de las piezas que llevarán a la Bienal de Venecia.

“En realidad, más que hacer obras específicas para Venecia, lo que hacemos es una especie de corte en nuestro trabajo habitual y lo presentamos allí”, precisa Pedro G. Romero, quien desde 1999 dirige el Archivo F.X., un proyecto colectivo sobre la iconoclastia política antisacramental en España entre los años 1845 y 1945, que se puede consultar a través de internet.

Actualmente trabaja en dos líneas de actuación, Una violencia pura,en colaboración con instituciones vascas, y Una economía cero, en torno a las monedas que pusieron en circulación los municipios republicanos y que, en muchos casos, “sobre todo en Catalunya, servían para cambiar el nombre de los pueblos que llevaban título de santo. Es el caso de Santa Perpètua, que emitió un billete en el que se omitía el santa inicial, o Sant Cugat, rebautizado El Pi del Vallès”.

Pedro G. ha realizado también una edición especial que se repartirá en Venecia de una moneda de Manlleu a la que un comité libertario suprimió en 1937, una a una, la palabra católica de su reverso. Otra de las piezas será una instalación sonora inspirada en El mercader de Venecia,que sólo podrá escucharse pegando la oreja a la pared y, resiguiendo la experiencia que llevó a cabo entre habitantes de Tánger y Tarifa, enviará cartas de amor anónimas a los venecianos.

Daniel G. Andújar llevará a Venecia una nueva presentación de su Arxiu Postcapital (www.postcapital.org), proyecto multimedia que incluye 250.000 documentos capturados en internet (vídeos, conferencias, entrevistas, artículos…) que dibujan “las transformaciones geopolíticas desde la caída del muro de Berlín hasta el atentado de las Torres Gemelas”. “Cada uno de nosotros podemos llevar en un pen drive en el bolsillo más información de la que podremos asimilar nunca. El ruido visual es muy difícil de interpretar, y nosotros como artistas renunciamos a crear nuevas imágenes: lo que buscamos es mostrar su reverso para que la gente pueda manejarse en ese gran caos”.

El dúo Sitesize (www.sitesize.net), por su parte, desarrolla desde el 2002 trabajos de mediación cultural en la región metropolitana de Barcelona, buscando la implicación de las diferentes comunidades. Además de estas “narraciones metropolitanas”, de cara a Venecia, desarrollan proyectos inspirados en las “pedagogías libertarias” y la Setmana Tràgica.

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