Daniel G. Andújar Siguiendo el buen ejemplo de la sociedades capitalistas desarrolladas, la actividad terciaria, la prestación de servicios, se ha convertido en uno de los sectores clave de la economía de este país (España). Diría más, los servicios de ocio y turismo se han convertido en una necesidad, hasta el punto de convertirse en la principal fuente de divisas y en el motor económico que alimenta toda una nueva idiosincrasia. Es un papel en perfecta armonía con la fuerza dinámica de la economía global que asumimos de forma colectiva con cierto conformismo ¿Quién no se ha sentido alguna vez en este país, o ha ejercido directamente, de guía turístico o camarero? Nos viene en el DNI (Documento Nacional de Identidad). Nuestra disposición para el servicio es puesta a prueba con cierta periodicidad ya que en reiteradas ocasiones nos vemos obligados a ejercer de guías ocasionales para familiares, conocidos y amigos que vienen de visita y necesitan del perfecto anfitrión que los oriente por el complejo y fascinante mundo de la tapa, el flamenco, la paella, la cala, la ruina, el museo, la catedral, etc., según afinidades y naturaleza del visitante, guía y lugar en concreto. Nos convertimos en mediadores ocasionales filtrando de forma subjetiva la información que conforma parte de nuestra realidad más inmediata, y lo hacemos de forma automática, casi profesional, sin darnos cuenta, destilamos la realidad a nuestro antojo, de acuerdo a nuestras preferencias. Y cuento todo esto porque en una de estas jugadas, me vi ‘obligado’ a acompañar a una amiga investigadora hasta la capital del Reino, donde debería orientarla, fundamentalmente, en una investigación que estaba llevando a cabo en torno a la cultura del archivo y que pronto verá la luz con forma de ensayo en la lengua franca de la sociedad de la información, el inglés. Guiar, manipular, interpretar, filtrar, condicionar, orientar, mediar, priorizar, jerarquizar… todo lo que trato de combatir sin éxito alguno, demasiado poder, hasta para un amigo.

Hacklandscape by Álvaro de los Ángeles, 2006 Arcades first appeared in Paris in the first third of the nineteenth century and became increasingly commonplace, as Walter Benjamin points out, with the growth of the textile trade, which marked the beginning of a hitherto unknown relationship between the inhabitant as a customer/buyer (user) and the city. Glass, iron, overhead light and artificial lighting -"The arcades were the setting for the first gas lighting,"' wrote Benjamin- covered entire blocks of buildings. This new architectural concept was in keeping with the period of change and the industrial revolution it formed part of. However, it also represented the ubiquity of a city inside a larger city, a clear attempt to create a "new" world inside a known one, while evoking the ideals of progress and well-being, albeit founded on a virtual idea, unreal or unattainable, that the physical and tangible world no longer seemed capable of generating or achieving.

Iván de la Nuez Babelia, El País Entre la caída del muro de Berlín, en 1989, y el atentado a las Torres Gemelas de Nueva York, en 2001, el arte vivió un particular tránsito estético. De entrada se han reactivado preguntas básicas como si el arte es arte por sí mismo o necesita que alguien le dé esa categoría. La estética bendecida no siempre supone la redención a través del bien. Tampoco la conjunción entre arte y maldad merece necesariamente el aplauso. Más que nunca las fronteras son movedizas. Cuando tienen lugar los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York, Stockhausen los califica como la obra de arte perfecta (”la obra mejor ejecutada jamás”). Días más tarde, se percata del horror que encierra su clasificación (también le llueven suspensiones de próximos conciertos) y se arrepiente. Pero ya no hay remedio: primero, porque está dicho; segundo, porque su primera certeza abre un camino que nos aboca sin contemplaciones al abismo de estos tiempos. A esta época nuestra en la que arte y política traspasan cotidianamente sus fronteras, enzarzados en una coreografía de pasos pactados, enemistades cómplices y necesidades mutuas. El hechizo del arte sobre la política (y de la política sobre el arte) cuenta con alertas muy lúcidas. La de Giorgio Agamben detecta el carácter performático de la política, que se ha convertido en la “esfera de los puros medios, de la gestualidad absoluta e integral de los hombres”. La de Miguel Morey nos hace reparar en la conjunción de arte y fascismo a partir de la atracción mutua que los imanta.

Daniel García Andújar, E, 1998 CD-ROM, 50 gerahmte digitale Prints Koproduktion: Hartware MedienKunstVerein Reservate der Sehnsucht, Dortmunder U, 1998 Im Rahmen der Ausstellung "Reservate der Sehnsucht" in der ehemaligen Union Brauerei wurde die von Daniel García Andùjar entdeckte Fotosammlung der einstigen Brauereiangestellten Wilhelm und Manfred Beutel präsentiert. Die Sammlung dokumentiert historische Ereignisse aus Dortmund, die im öffentlichen Bewusstsein der Stadt heute nur wenig präsent sind: die Jahre des deutschen Faschismus sowie die fast vollständige Zerstörung der Innenstadt während des Zweiten Weltkrieges. Der wesentliche Beitrag von Andújar bei der Präsentation der Sammlung bestand in einem eigens entwickelten geografischen Informationssystem, kurz GIS, mit dem sich von jedem einzelnen Bild der exakte Zeitpunkt der Aufnahme sowie der Standort des Fotografen ermitteln lässt.

Daniel García Andújar: The Manfred and Wilhelm Beutel Photo Collection, 1998 Daniel García Andújar: The Manfred and Wilhelm Beutel Photo Collection, 1998 CD-ROM, 50 framed digital prints Coproduction: Hartware MedienKunstVerein Reservate der Sehnsucht, Dortmunder U, 1998 In the course of the "Reservate der Sehnsucht" exhibition in the former Union brewery, Daniel García Andùjar presented a photograph collection he discovered. Compiled by the former brewery workers Wilhelm and Manfred Beutel, the collection documents episodes in the history of Dortmund which scarcely figure in the city's contemporary public awareness: the years during the Third Reich, and the almost total destruction of the inner city during World War II. Andújar's main contribution to this presentation was a specially developed geographical information system (GIS) enabling the exact time of shooting, as well as the location of the photographer, to be determined for each picture.

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