Los materiales del artista
Los materiales del artista es un proyecto de Daniel GarcÃa Andujar que se alojó en la sección “Proyectos residentes†de exploradorarte, el entorno web del Museo Patio Herreriano para la investigación y el desarrollo de proyectos especÃficos en internet por parte de colaboradores externos. Por ello, todas las propuestas se encaminaban a la creación de comunidades de trabajo y de intercambio de información, de las que la propuesta de Daniel G. Andujar es un perfecto ejemplo. Su obra se acompañó por la versión para Internet del Archivo FX de Pedro G. Romero, el Archivo de Imagen Anónima Narrada (AIAN) de Jorge Blasco y el proyecto Gente Corriente de Javier Núñez Gasco. Por diversos avatares institucionales el proyecto para la web del museo que operaba como una suerte de comisariado en la red de proyectos archivÃsticos no tuvo continuidad. Este hecho plantea hoy una pregunta acerca de los conceptos sobre conservación de obras artÃsticas informacionales y de concepto como la que ofreció en su momento Daniel GarcÃa Andujar y que enlaza aquà con los comentarios que sugerÃamos entonces a propósito del propio contenido de su propuesta. Su trayectoria anterior, concretada en los numerosos proyectos bajo el sello technologies to the people, avalaba esta perspectiva que querÃamos incorporar en el horizonte de trabajo de la institución.
El propio autor definÃa asà su proyecto: [Los materiales del artista] emula las referencias clásicas y tratados prácticos de técnicas y materiales utilizados en la práctica artÃstica, tales como The Materials of the Artist and Their Use in Painting (Los materiales de pintura y su empleo en el arte) de Max Doerner o The Artist's Handbook of Materials and Techniques Ralph Mayer y Steven Sheehan. Introduce a la comunidad artÃstica en nuevos conceptos derivados de la introducción de nuevas tecnologÃas, la irrupción de Internet y el uso extensivo de la informática y la electrónica en la práctica artÃstica.
El objetivo del proyecto es la configuración de una herramienta modular de fácil administración y gestión remota, que permita la difusión, generación y gestión de información cuyo acceso pueda ser restringido a grupos de usuarios investigadores, o abierto al público con la voluntad de crear un tejido de relaciones y un espacio abierto de trabajo. Los Materiales del Artista (The Materials of the Artist) supone una oportunidad de colaborar con otros artistas, teóricos, técnicos y grupos sociales con el objetivo de compartir experiencia e intereses similares y generar un espacio estable y común de colaboración. Su objetivo fundamental es generar una infraestructura real de trabajo desde la que podamos recoger resultados objetivos, que pudieran ser aplicados a un futuro contenedor en forma de un sistema operativo para artistas, que recoja las herramientas y la configuración más idónea consensuada desde la plataforma x-devianâ€.
Detrás de Technologies to the people se encuentra, en cualquier caso, Daniel GarcÃa Andújar. La idea de producir una identidad corporativa que suplanta a la individual en la esfera pública puede parecer un nuevo avatar de la ya poco convincente muerte del autor. Sin embargo, este enmascaramiento opera más bien como una réplica de las estrategias corporativas, tanto al ofrecer una imagen de “ente organizado”, como en la despersonalización del proyecto. La interposición de una figura anónima e implÃcitamente colectiva, “Technologies to the people”, propicia un nuevo escenario dialógico entre el usuario y los proyectos. En este escenario se trata de hacer consciente una variedad de protocolos de intercambio de información a los que ya nos hemos acostumbrado y que, sin embargo, contienen una compleja estructura ideológica y de comportamiento especÃfica de internet.
Daniel GarcÃa Andújar viene desarrollando un trabajo orientado a la movilización de recursos y comunidades de conocimiento en internet desde la perspectiva de un acceso libre a la información. La naturaleza de este acceso tiene consecuencias importantes en al menos dos planos diferenciados: uno, en la producción de discurso, es decir, en los contenidos que, de forma colectiva, dialogada o colaborativa, se generan en los sitios web; y otro tecnológico, sobre la génesis de las condiciones de posibilidad del intercambio que se establece entre sus participantes.  De sus intervenciones, quizá hayan sido más conocidas las que llegaron a constituirse en foros de debate sobre las polÃticas culturales de Valencia y Barcelona (e-valencia y e-barcelona). Las consecuencias de las aportaciones que libremente la opinión pública vertió en ellas revelaron la eficacia de las herramientas que dan cauce al discurso colectivo sobre las acciones emprendidas por las instituciones, la prensa o los agentes culturales. Indudablemente los foros de debate se nutrÃan de una buena dosis de malestar difuso que aqueja, como sabemos, a este tipo de crÃtica cultural espontánea. Pero el mecanismo también permitÃa desbloquear el silencio al que habitualmente se somete a la opinión pública en el ámbito cultural, devolviendo a sus agentes una imagen demoledora, y quizá por ello imposible de ignorar, acerca de las arbitrariedades, alineaciones de poder y otras fantasÃas conspiratorias propias de la gestión cultural y del circuito artÃstico.
El proyecto Los materiales del artista aporta algunas novedades sobre la trayectoria anterior de Daniel G. Andujar y mantiene, sin embargo, su planteamiento sobre la necesidad de liberar los cauces de intercambio de información de las instancias mediadoras. Se trata de una iniciativade naturaleza aparentemente instrumental, pensado como un centro de recursos software para artistas. Pero su planteamiento evoca los antiguos manuales técnicos de la pintura, como aquella compilación de recetas de Max Doerner cuyo tÃtulo reflejaba toda la carga simbólica de la conservación y la historia de las técnicas tradicionales: Los materiales del artista y su uso en la pintura con notas sobre las técnicas de los viejos maestros. Doerner publicó esta obra en 1921 cuando era un reputado especialista en técnicas pictóricas, especialmente en aquellas ya desaparecidas, y habÃa asesorado, entre otros, los procesos de restauración de los frescos de Tiepolo en la Wuzburg Residenz. Su conocimiento de la historia de los procedimientos pictóricos permitió grandes aportaciones en el ámbito de la conservación. De hecho, su manual para artistas tenÃa la intención de salvaguardar las técnicas que los maestros habÃan utilizado en otro tiempo, antes de que la evolución de los materiales hiciera posibles soluciones diferentes en el entorno artÃstico de su tiempo. El proceso de salvaguarda de los conocimientos sobre las técnicas antiguas cumplÃa asà dos funciones: una en el plano de la conservación que permitirÃa a los restauradores de varias generaciones abordar con garantÃas sus trabajos de recuperación; y otra simbólica, en la que las técnicas como tales eran canonizadas como depositarias últimas de un saber en el que residÃan las esencias artÃsticas. Aquellas técnicas ancestrales descritas en el libro parecÃan atesorar un conocimiento del que dependÃa la calidad inimitable de los grandes maestros, algo que, paradójicamente, se presentaba en forma de procedimientos disponibles para que otros artistas alcanzaran la excelencia.
El manual del artista cumple asà una función contradictoria, por un lado sanciona el virtuosismo de las técnicas en la figura de los maestros y, por otro, convierte su secreto en metodologÃa. La escritura del manual sirve para conducir el saber artÃstico por una ponderada ambigüedad entre el talento y la técnica que permitirá construir el sistema de restricciones y exclusiones con el que el iniciado debe enfrentarse, y que harán de la pintura una forma de discurso instituido. En el fondo de los planteamientos de Doerner está la construcción de un ámbito de conocimiento que es la base de la legitimidad académica en la enseñanza de las artes. No en vano, Doerner continuaba siendo un pintor postimpresionista cuando las vanguardias habÃan ido y habÃan vuelto de las experiencias de mayor radicalidad.
El planteamiento del proyecto de Daniel G. Andújar tiene entre sus objetivos poner en cuestión la forma en que la tecnologÃa empleada determina la naturaleza de este trabajo. Para ello, recupera el paradigma del manual técnico en la elaboración de los materiales del artista, pero con decisivas variaciones: se trata de un directorio de recursos software de acceso libre con los que “producir†el trabajo de un artista. La idea de “producción†tiene aquà más bien el perfil de un modelo de “edición†en un sentido amplio. Se habla de la edición del sonido, de la imagen o el vÃdeo. En las actuales condiciones de trabajo artÃstico las determinaciones de los dispositivos técnicos inciden en la naturaleza de los contenidos y en el significado de las obras. Esta cuestión, como es previsible, adquiere tintes ideológicos en el contexto del capitalismo a comienzos del siglo XXI, en el que algunos de los mayores flujos económicos son de carácter informacional y donde las mercancÃas aparecen codificadas simbólicamente para generar nuevas modalidades de plusvalÃa. En su presentación del sistema operativo “X-devian for artistsâ€, se advierte de que el uso de software pirata en los ordenadores de millones de usuarios en todo el mundo (que creen estar sorteando el control de las multinacionales) no hace sino establecer un canon de programas cuya adopción masiva sostiene un beneficio económico basado en la demanda funcional de profesionales y futuros profesionales que los utilizan. El texto nos dice: “En realidad cuando pirateas un programa como Photoshop contribuyes en cierta manera a la consolidación de un fenómeno de la nueva economÃa global denominado estandarización. No estás haciendo otra cosa que evidenciar una práctica que atiende a una planificada estrategia corporativa de dominio de cuotas de mercadoâ€.
Quizá pudiéramos sugerir que existe un énfasis metodológico en las herramientas y las técnicas en cualquier disciplina, cuyo perfeccionamiento y especialización constituyen las empresas más identificables del capitalismo. En ello, las “artes†no son menos sensibles a la renovación continuada y, por ello, en el proyecto Los materiales del artista se ejerce una subversión irónica de ese mecanismo al mostrar su reverso instrumental. La herramienta controla al operario mediante sus rutinas de uso y su estandarización. La obra de Daniel G. Andujar escenifica la problemática sobre las condiciones técnicas de producción artÃstica en el traspaso del ámbito de la forma autónoma al de la función en su contexto. Este desplazamiento es de escala histórica, en realidad, y lo que el proyecto consigue es justamente su reinterpretación sobre un entorno pragmático, un espacio en el que los usuarios anónimos pueden experimentar, efectivamente, con el intercambio de conocimiento de modo alternativo al que se genera desde las regulaciones y estandarizaciones del mercado. El mecanismo conceptual del proyecto destapa algunas de las cuestiones que el discurso artÃstico contemporáneo no ha conseguido resolver. Entre otras posibles, la reinterpretación del concepto de “autonomÃaâ€. La autorregulación colectiva, o la articulación de la sociedad civil en virtud de sus propias iniciativas, subvierte el sistema de modo mucho más eficaz que el pirateo del software. Éste último, acogido a la autocontemplación romántica del hacker, no hace sino reforzar los sistemas desde una marginalidad que vive del excedente de la ingenierÃa capitalista chequeando gratuitamente la encriptación de sus patentes de monopolio.
El modo en que la operación de Daniel GarcÃa Andujar, irónica y funcional al tiempo, actúa sobre los conceptos fundacionales del arte moderno y sus precarias subversiones contemporáneas, nos permite ofrecer un lugar de trabajo cuyas bases teóricas rectifican desde planteamientos crÃticos las inercias que, con demasiada frecuencia, nos hacen olvidar la naturaleza del trabajo del artista. Quizá las paradojas puestas en juego aquà necesiten ser verificadas en la iniciativa de los usuarios, y su posible absentismo ponga de manifiesto tanto el riesgo de autorreferencialidad del discurso artÃstico, como la obsolescencia de las estructuras institucionales que lo acogen.
(Texto modificado y actualizado de presentación del proyecto de Daniel GarcÃa Andujar Los materiales del artista, para la web del Museo Patio Herreriano en Valladolid.)