20 novembre / 10:00 – 17:00

Coorganitzada amb el Centre Cultural Casa Planas (Illes Balears) i 3C Calce (França)

Aquesta jornada té com a objectiu fomentar l’obertura dels arxius, tant públics com privats, per tal que es converteixin en espais de recerca per als creadors contemporanis. Una jornada teixida en col·laboració amb el Centre Cultural Casa Planas i 3C Calce.

Comptarem amb la presència i la intervenció d’artistes i comissaris de diversos dels projectes que enguany han intervingut els arxius al festival Panoràmic, i també en edicions anteriors i en altres arxius, com en el cas de Casa Planas. També comptarem amb la visita in situ d’alguns d’aquests projectes.

La ponència central de la jornada serà impartida per la investigadora sueca Sara Callahan, autora del llibre Art +Archive: Understanding the Archival Turn in Contemporary Art.

• 10.00 h Benvinguda i introducció a la Casa de l’Ardiaca amb Alelí Mirelman (Casa Planas) i Mercè Alsina (festival Panoràmic)
• 10.15 – 10.30 h Presentació de Daniel G. Andújar
• 10.30 – 11.30 h Ponència de Sara Callahan i torn de preguntes
• 12.00 – 13.00 h Presentació dels projectes artístics en arxius: Daniel Gasol (Casa Planas), Ro Caminal (festival Panoràmic), Marta Ros (festival Panoràmic) i Laia Ventayol (Casa Planas)
• 15.00 – 16.30/17.00 h Visita in situ als projectes de Panoràmic FILE a Barcelona
• 15.00 h Arxiu Històric de la Ciutat de Barcelona amb l’exposició «Reject Modernity, Embrace Tradition», de Joan Pallé, amb Jordi Serchs
• 15.40 h CEC – Centre Excursionista de Catalunya amb l’exposició «Ombres i clarianes», d’Enric Maurí, amb Berenguer Vidal
• 16.15 h AEFC – Arxiu d’Etnografia i Folklore de Catalunya amb l’exposició «Qui té el poder?», de Paula Artés, amb Lluís Calvo

Archivo y Práctica Artística

Daniel G. Andújar

Los archivos se han consolidado como un componente fundamental en la práctica artística contemporánea, desplazándose de su función meramente documental para convertirse en espacios de resistencia, dispositivos de poder y herramientas indispensables para la reinterpretación crítica tanto de la historia como del presente. La conceptualización del archivo como un mecanismo que revela las contradicciones inherentes a la sociedad contemporánea y desmantela las narrativas hegemónicas resulta crucial para comprender su papel en el arte actual.

El archivo funciona como una tecnología de visibilización de lo relegado al olvido. Este principio es esencial en la práctica artística contemporánea, donde el archivo se configura como un espacio para la recuperación de aquello que ha sido marginado, ya sea por razones políticas, culturales o tecnológicas. En este contexto, la recopilación y organización de datos, imágenes y documentos se erige en un acto político que desafía la imposición de relatos únicos y homogeneizadores. La construcción de estructuras ficticias que replican los mismos mecanismos de recopilación de datos y las promesas tecnológicas sirve para revelar las contradicciones de las tecnologías contemporáneas, las cuales a menudo se presentan como instrumentos de democratización mientras funcionan simultáneamente como mecanismos de control. En este sentido, el archivo se erige como un recurso indispensable para el análisis y la crítica de esta doble vertiente.

Además, los archivos se configuran como lugares de intersección. Son espacios donde convergen voces dispares, materiales heterogéneos y temporalidades diversas. La integración de archivos de historias particulares con materiales institucionales permite superponer memorias individuales a las estructuras oficiales del poder, revelando así las tensiones existentes entre lo privado y lo público, entre la historia oficial escrita por los vencedores y la microhistoria de aquellos cuya voz ha sido sistemáticamente silenciada. Este enfoque articula una forma alternativa de pensar los archivos, que invita a reconsiderar y reorganizar los marcos narrativos dominantes.

La naturaleza del archivo ha sido radicalmente transformada por la aparición de nuevas tecnologías. En el contexto de la sociedad de la información, la digitalización de archivos, su almacenamiento en bases de datos masivas y su accesibilidad mediante la red han reconfigurado las maneras en que los artistas y teóricos nos relacionamos con ellos. La exploración de datos abiertos, el cruce de información estadística y la utilización de tecnologías de inteligencia artificial en proyectos recientes permiten generar nuevas capas de significado. No se trata solo de emplear el archivo como recurso estético, sino de transformarlo en un ente dinámico capaz de producir discursos alternativos y de fomentar una reflexión crítica profunda. De este modo, los archivos, lejos de ser una mera colección de hechos estáticos e inmóviles, se convierten en materiales maleables que permiten reescribir la historia y abrir nuevas rutas hacia el futuro.

En conclusión, el archivo en la creación contemporánea trasciende su condición de repositorio de memoria para convertirse en una herramienta crítica que facilita la resistencia, la resignificación y la generación de nuevas realidades. La activación de los archivos, la revelación de sus vacíos y tensiones, y su uso para construir nuevas ficciones que desafíen las estructuras de poder constituye un ejercicio de arqueología crítica que invita a mirar hacia el pasado no con nostalgia, sino con el propósito de subvertir el presente y proyectar un futuro distinto.