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26 - 27 marzo, 2015 - 18:00 h /

Edificio Nouvel, Auditorio 200 y Medialab Prado
Internet ha producido nuevos comportamientos, subjetividades e instituciones vinculadas a otra manera de ser y hacer. Este seminario debate cómo estos cambios desequilibran categorías artísticas establecidas, el autor o la circulación de la obra única, al tiempo que instauran profundas contradicciones, desde la creatividad como valor económico hasta la indistinción en el tiempo de trabajo. ¿Es posible plantear otro ecosistema artístico desde estas ambigüedades? Las nociones de autor y originalidad parecen resistirse al cambio. De hecho, la era de internet ha traído consigo una inesperada recuperación de nociones modernas. Esta situación, aunque paradójica, es comprensible. La crítica posmoderna no pudo deshacerse del sujeto excepcional ni del conocimiento original porque sólo los desmontó en la teoría, sin ser capaz de desarticular las prácticas e instituciones sobre las que se sustentaban. Se supuso que una transición del texto de autor al hipertexto haría posible el funeral de estas nociones modernas, sustituidas por un nuevo vocabulario contemporáneo. Con la llegada y expansión de la red, estas predicciones, que hace unas décadas no pasaban de ser especulaciones académicas, se veían en condiciones de superar en la práctica la lógica de la autoría individual y la originalidad. Sin embargo, estos anhelos, que debían ser constatados por un desplazamiento tecnológico en los modos de producir conocimiento y generar subjetividad, están siendo hoy contestados en la pervivencia y estatismo de un modelo que ignora los desafíos y potencias de la red. Con la finalidad de defender al autor y su originalidad, en algunos casos espacio de resistencia, se restringe el acceso, la producción y la circulación de conocimiento en los medios digitales, entre los que el museo participa. En este sentido, las diversas legislaciones no sólo no han desechado al autor a favor de la creación colectiva y la liberación de la información, sino que incluso reclaman hoy su vigencia con más insistencia que nunca.

Daniel G. Andújar Siguiendo el buen ejemplo de la sociedades capitalistas desarrolladas, la actividad terciaria, la prestación de servicios, se ha convertido en uno de los sectores clave de la economía de este país (España). Diría más, los servicios de ocio y turismo se han convertido en una necesidad, hasta el punto de convertirse en la principal fuente de divisas y en el motor económico que alimenta toda una nueva idiosincrasia. Es un papel en perfecta armonía con la fuerza dinámica de la economía global que asumimos de forma colectiva con cierto conformismo ¿Quién no se ha sentido alguna vez en este país, o ha ejercido directamente, de guía turístico o camarero? Nos viene en el DNI (Documento Nacional de Identidad). Nuestra disposición para el servicio es puesta a prueba con cierta periodicidad ya que en reiteradas ocasiones nos vemos obligados a ejercer de guías ocasionales para familiares, conocidos y amigos que vienen de visita y necesitan del perfecto anfitrión que los oriente por el complejo y fascinante mundo de la tapa, el flamenco, la paella, la cala, la ruina, el museo, la catedral, etc., según afinidades y naturaleza del visitante, guía y lugar en concreto. Nos convertimos en mediadores ocasionales filtrando de forma subjetiva la información que conforma parte de nuestra realidad más inmediata, y lo hacemos de forma automática, casi profesional, sin darnos cuenta, destilamos la realidad a nuestro antojo, de acuerdo a nuestras preferencias. Y cuento todo esto porque en una de estas jugadas, me vi ‘obligado’ a acompañar a una amiga investigadora hasta la capital del Reino, donde debería orientarla, fundamentalmente, en una investigación que estaba llevando a cabo en torno a la cultura del archivo y que pronto verá la luz con forma de ensayo en la lengua franca de la sociedad de la información, el inglés. Guiar, manipular, interpretar, filtrar, condicionar, orientar, mediar, priorizar, jerarquizar… todo lo que trato de combatir sin éxito alguno, demasiado poder, hasta para un amigo.

lugar: Medialab-Prado. Plaza de las Letras, C/ Alameda, 15 · Madrid y Guatemala 18, Col. Centro, 06010 México D.F. Propiedad Intelectual

El Centro Cultural de España en México (AECI) organiza en colaboración con Medialab Prado las terceras jornadas dedicadas a la Propiedad Intelectual y las nuevas tecnologías, con la cuestión del Libre acceso a la cultura como protagonista. Alberto López-Cuenca y Eduardo Ramírez coordinan este encuentro que se desarrollará simultáneamente entre México DF y Madrid a través de videoconferencias en tiempo real. (+ info)

Worhsho Virreina

Por Alberto López Cuenca Julio 2005 | ABCD las artes y las letras | Las artes plásticas desde hace más de un siglo, del puntillismo al land art, pasando por el neoconcreto brasileño y la transvanguardia italiana, pueden entenderse animadas por un insaciable afán de deglución de técnicas y materiales ajenos a la esfera artística. Sopesar el alcance de esta estrategia de absorción de lo impropio es crucial para entender la transformación de los vocabularios plásticos durante el siglo XX. En sus últimas décadas, fue vital la experimentación con los nuevos soportes tecnológicos, que abriría algunas de las sendas más fructíferas para el arte actual, ya se tratara de la videocámara en manos de Nam June Paik, los proyectores en las instalaciones de Bruce Nauman o el LCD en los trabajos de Jenny Holzer. De ahí que la que probablemente haya sido la revolución tecnológica más profunda de los últimos años no haya pasado inadvertida para muchos artistas.

Museu d’Art Contemporani de Barcelona A principios de los años ochenta comenzaron a desarrollarse en España unas estructuras institucionales para la difusión del arte contemporáneo basadas en criterios ligados al boom del mercado artístico. A la larga, hemos podido observar que esas estructuras, uno de cuyos emblemas sería la feria de arte contemporáneo ARCO, han profundizado la sima entre el arte y la vida social, y han contribuido a crear un gueto autorreferencial, disociado de cualquier reflexión ética y política sobre el papel del arte y la cultura en un entorno social y cultural complejo.