Sistema operativo

Museo Reina Sofía. San Isabel, 52, Madrid. Hasta el 4 de mayo. SERGIO RUBIRA | 0/01/2015 |  Edición impresa elcultural.es En 1743, William Hogarth realizaba un grabado titulado The Battle of the Pictures, con la intención de utilizarlo como billete para una subasta de sus series más conocidas, El progreso del libertino, La carrera de la prostituta, o El matrimonio a la moda. Todas ellas tenían una intención moralizante que estaba sometida a los ideales de una burguesía que pugnaba por imponerse. No fue una subasta demasiado exitosa, a pesar de que Hogarth era un artista muy respetado entre los círculos intelectuales y políticos progresistas londinenses. Sin embargo, esta Batalla de los cuadros, como podría traducirse el título, era una afirmación artística en la que criticaba la forma en que se comercializaba el arte, la multiplicación de las falsificaciones y la abundancia de pinturas con asuntos religiosos y mitológicos ajenos al presente. Era una guerra en la que las obras de Hogath eran derrotadas, siendo atravesadas por representaciones de santos y dioses que las rajaban con sus cantos. No obstante, también cabría la posibilidad de que el título se tradujese como laBatalla de las imágenes, actualizando su significación al hacerlo literal, como sucede en la individual que el Museo Reina Sofía dedica a Daniel García Andújar(Almoradí, Alicante, 1966). Es uno de esos artistas españoles fundamentales a los que el museo empieza a prestar atención y reconocer la importancia que tienen, aunque todavía les queda mucho por hacer. En la muestra, la estampa de Hogarth, o más bien, una reedición del siglo XIX, se convierte en un elemento central, especialmente “por lo que supone de declaración de principios”, afirma Manuel Borja-Villel, director de la institución y comisario de la exposición. La producción de García Andújar, que se basa en las nuevas tecnologías, tiene mucho de lucha por una aproximación crítica a las imágenes, tanto a las del pasado como a las que se generan en la sociedad actual, occidental y “desarrollada”, con lo que este último concepto tiene de perverso. Apropiándose de estas imágenes en sus proyectos y sacándolas de contexto, el artista presenta a una sociedad con sobreabundancia de datos y plantea cómo se hace necesario aprender a leerlos. Sus trabajos para la red, vídeos o instalaciones evidencian que hay que establecer criterios que permitan seleccionar, ordenar e interpretar estos datos y buscar lo que se ha ocultado entre líneas y dejado en los márgenes. Señala que la información no debe asumirse sin más porque está controlada.

daniel g. andújar sorprende en el reina sofía

[caption id="" align="alignnone" width="992"] Pieza incluida en la sala de 'Hackers y anarquistas'.[/caption] Leer más:  El artista que hackea el museo - Noticias de Cultura  http://bit.ly/1ygqCKC En la era del conflicto el artista quiere recuperar el papel político que le fue arrebatado, para cambiárselo por un envoltorio folclórico que ha caducado en los días de la urgencia y la acción. La reivindicación late en la calle y se revaloriza en el mercado y los museos de arte contemporáneo, que fagocitan las energías reivindicativas de las propuestas más críticas con la decadencia de la sociedad. Daniel G. Andújar (Almoradí, Alicante, 1966) ha madurado durante más de dos décadas la posibilidad real de la intervención pública del arte. ¿Cuál es el resultado? El Museo Reina Sofía inaugura Sistema operativo y muestra hasta el 4 de mayo cerca de cincuenta proyectos -la mitad de nueva creación-, en los que el artista trata de escapar a la museización y muerte de su actividad, mientras reclama la regeneración de la institución como herramienta regenerativa de la sociedad con la que convive. “Los artistas hemos ayudado a conquistar los espacios de libertad y debemos ayudar a cambiar la estructura institucional de la comunidad. Una casa como ésta [Museo Reina Sofía] debe formar parte del proceso político y social del momento”, explica el artista.

El Reina Sofía dedica su primera exposición del año al pionero del Arte en la Red en España

El País 21 ENE 2015 - 00:10 Cuando a comienzo de los noventa el uso de internet empezó a hacerse masivo, el fenómeno fue contemplado como una promesa de libertad y de igualdad universal. Sin embargo, el paso de los años ha demostrado que la Red se ha convertido en una herramienta en manos de las máximas jerarquías del poder que ha agrandado las diferencias entre quienes tienen acceso a ese poder y los que no. El artista y activista Daniel G. Andújar (Almoradí, Alicante, 1966), pionero del llamado Arte en la Red, está convencido de que lejos de traer más democracia, la brecha entre los ciudadanos comunes y el mundo digital es cada vez más peligrosa. Creador de una poderosa obra que empezó a mostrar a mediados de la década de los noventa, el artista protagoniza hasta el 4 de mayo la primera gran exposición del año del Reina Sofía, de Madrid, Sistema Operativo, un repaso por cincuenta instalaciones realizadas en su mayor parte durante los últimos veinte años y otras creadas expresamente para la ocasión.

El Museo Reina Sofía ha inaugurado Sistema operativo, una muestra que recorre 20 años de trabajo de uno de los máximos exponentes del net art en España

SAIOA CAMARZANA | 21/01/2015 elcultural Cada vez se habla más de la tiranía de internet, del control al que estamos sometidos y de la imposibilidad de vivir sin la tecnología. Pero cuando el fenómeno era nuevo y relativamente desconocido se hablaba de una "utopía que traería más democracia y permitiría avanzar y alcanzar mayores cotas de libertad", explica Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966). La exposición Sistema operativo que acoge el Reina Sofía reúne 20 años de trabajo de uno de los representantes del net art en España y reflexiona con ironía sobre el papel de la tecnología a través de los medios digitales. [caption id="" align="alignnone" width="510"] Individual Citizen Republic Project™- El Sistema, x-devian. 2003[/caption] Esta exposición "es una especie de desarrollo colectivo en la que el público no es pasivo sino que tiene un carácter participativo", apunta el artista. Nace de un proceso de observación que va creando "una analogía al sistema operativo social y político en el que todos deberíamos participar". Se trata, pues, del reciclaje del magma informativo al que estamos sometidos para crear una nueva lectura y hacer una crítica al uso que se le da en todas las esferas de poder. "Vivimos dentro de un gran archivo de información" y como tal, la exposición se reparte en diferentes salas de distintas temáticas utilizando el espacio público y la ciudad como principal escenario y referente a través del cual mostrar las desigualdades a las que nos somete la tecnología. De este modo, busca la manera de "encontrar los agujeros en las etiquetas que nos ponen". Un repaso que va desde la superficie hasta las tripas de este mundo y negocio que se convierte en herramienta y mecanismo de control. En la primera sala se reúne la "documentación sobre cómo ha cambiado la tecnología y la falacia de la idea de que internet cambiaría la vida". Así, una de sus primeras intervenciones en un espacio público, Estamos vigilando (1994), abre la muestra para que el público reflexione sobre el control del espacio. A su lado Soy gitano (1992) en la que se habla sobre la relación que tenemos con 'los otros' y Street Access Machine, una crítica a los ordenadores personales como idea de una sociedad más igualitaria. De este modo, creó un datáfono que permitiría dar limosna a los mendigos con una tarjeta de crédito. Desde el inicio se atisba la ironía que encuadra un trabajo artístico que puede ser pensado tanto como crítica como de concienciación.

El artista tecnopolítico inaugura una gran exposición en el Museo Reina Sofía, de nombre 'Sistema Operativo'

eldiario.es, 20/01/2015
[caption id="" align="alignnone" width="643"] Daniel G. Andújar: Technologies To The People Photo Collection[/caption]

Daniel García Andújar (Almoradí, 1966, aka Technologies to the People) es un artista político. Obviamente político. Pero su mirada es sesgada, dejando lo obvio a los comportamientos y hechos que analiza. Como que no es necesario explicar que lo estúpido es estúpido y muchas veces criminal. “El público no es tonto y sabe sacar sus conclusiones” comenta el artista.

García Andújar es un artista tecnológico. Pero no esperemos ver aquí fenómenos físicos curiosos ni demasiados desarrollos digitales de ultimísima generación. La tecnología es solo una parte consustancial de nuestro presente y tiene todo el sentido utilizarla como cualquier otro material o soporte. Sobre todo si se aprovecha para poner en solfa algunos de sus mismos rasgos y usos. Que a veces, véase el Apple de Steve Jobs, se convierten casi en objeto de culto.

También usa a fondo la interactividad, pero no estableciendo algún tipo de obligatoriedad. Si el visitante decide hacer uso de alguno de esos elementos interactivos, tanto mejor. Pero no es un juego recreativo, al menos que se haya instalado un taller de hacking indica que los tiros van por otro lado.

El artista alicantino David G. Andújar reflexiona sobre la tecnología, la sobredosis de información y la vigilancia en una muestra en el Museo Reina Sofía de Madrid

El valenciano Anzo comenzó a sentir, a finales de los 60, que la tecnología generaba una inquietud no prevista de inicio. En sus conocidos Aislamientos representó al hombre contemporáneo inmerso en la soledad y la alineación, atrapado en el mundo de las nuevas tecnologías. Porque la tecnología no nos salvó de nada. El artista Daniel G. Andújar (Almoradí, 1966) va un paso más allá, del sentimiento al análisis socioeconómico; de las sensaciones a los problemas reales. «Cuando el fenómeno de Internet era nuevo y relativamente desconocido se hablaba de una utopía que traería más democracia y permitiría avanzar y alcanzar mayores cotas de libertad», cuenta. ¿Y qué hemos conseguido? La exposición 'Sistema operativo' que presenta esta semana el Museo Reina Sofía de Madrid reúne 20 años de trabajo de uno de los principales representantes del net art en España y reflexiona, precisamente, sobre ese fenómeno. ¿Qué papel juega ahora la tecnología, la información, los medios digitales y las empresas que los poseen? Para el artista, sus obras tienen un carácter más cercano a la concienciación que a la denuncia vacía. Pero sí hay crítica. «Prometieron democratización absoluta... pero eso es algo que no se ha cumplido. Internet no era para todos: no todos tienen acceso a los contenidos». Esto es, sin teléfonos, sin redes, no hay acceso. Existen 'pobres tecnológicos' en un mundo falsamente desmaterializado.

ABC Cultural, descargar pdf Sábado 17 de Enero 2015 Javier Montes ABC Cultural [caption id="" align="alignnone" width="644"] BELÉN DÍAZ Daniel G. Andujar ante una de sus instalaciones en el Museo Reina Sofía[/caption]

Daniel G. Andújar fue de los pioneros del «net-art» en España. Con la fe del converso, pero sin perder el rigor, su trabajo alerta hoy sobre el avance de las nuevas tecnologías. El Museo Reina Sofía analiza sus conclusiones de todos estos años

 

Es curioso: lo más reciente pasa sin transición a ser lo más obsoleto, en materia de tecnología. Y pronto, en realidad, puede que todo sea materia de tecnología: esa es una de las advertencias implícitas en el trabajo de Daniel García Andújar.

Allá por la Prehistoria, más o menos a mediados de los años noventa,fue uno de los primeros en explorar lo que se llamaba net-art: una nueva modalidad que nacía casi al tiempo que el nuevo vehículo. Muy pronto fue evidente que era sólo un primer paso de una exploración que necesitaba profundizar mucho más. En realidad, una de las piezas que Andújar muestra ahora en el Museo Reina Sofía, con pantallazos de aquellos primeros «clásicos» enmarcados en molduras doradas, ya apunta en esa dirección con la ironía que lo caracteriza.

Y, sin duda, desde entonces ha seguido explorando con su trabajo en lasdimensiones políticas, filosóficas y hasta biológicas que comporta esa revolución tecnológica y que sólo empezamos a adivinar oscuramente. El trabajo de Andújar ha ido hacia adentro. Nos anima a no conformarnos con la facilidad de uso de las interfaces que consultamos a diario, a no adormilarnos en la comodidad de una tecnología que se presenta como «natural» pero que obedece a códigos y formas pensados por otros y que pueden convertirse en sutiles instrumentos de control.

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