Reúne a un centenar de creadores en exposiciones, proyecciones y ‘performances’
MARIE CLAIRE UBERQUOI
el mundo
TOULOUSE.- Toulouse, que hace un año sufrió una terrible catástrofe provocada por la explosión de la fábrica AZF, intenta cicatrizar sus heridas a través de la cultura.
La Ciudad rosa, llamada así por el color de sus edificios cubiertos de ladrillos, acoge hasta el 13 de octubre el Printemps de Septembre, un gran festival de fotografía y artes visuales con la participación de medio centenar de artistas internacionales.
Esta manifestación que se celebra por segunda vez, tiene la virtud de dinamizar toda la ciudad, con montajes y proyecciones de vídeos en edificios emblemáticos como el ayuntamiento y el bello convento de los Jacobinos y con exposiciones en lugares insólitos como un antiguo depósito de agua y una vieja fábrica de electricidad a orillas del río Garonne.
«El Printemps de Septembre es una prolongación de otro festival dedicado a la fotografía que se llamaba Le Printemps de Cahors.El año pasado decidimos trasladarlo a Toulouse para darle una nueva dimensión. La primera edición coincidió con la tragedia de la fábrica AZF y con el trasfondo del 11 de septiembre. A pesar de todo, decidimos celebrar el festival porque pensamos que la vida y la cultura han de seguir adelante», comenta Marie-Thérèse Perrin presidenta del evento.
Organizado por Marta Gili, -que durante un año ha dejado su cargo de responsable de fotografía en La Caixa- el festival tiene el título genérico de «Fragilidad», un concepto que según la comisaria «sintetiza esta idea de incertidumbre en la que se encuentra la sociedad, la de aquí por las secuelas de la tragedia que ha marcado la ciudad de Toulouse, y la del mundo en general después del 11 de septiembre. Muchas de las obras recogen esta sensación de que la realidad se nos escapa».
Así, la artista bilbaína que expone en el edificio de los Jacobinos, ha retratado a una serie de personajes atrapados por pequeños incidentes banales e imprevisibles. La francesa Matilde Ter Heijne analiza en un vídeo la fragilidad de la naturaleza humana, y el belga Hans Op De Beeck filma situaciones banales de personajes de la calle para mostrar lo patético que resultan a menudo nuestros gestos cotidianos.
El Printemps de Septembre permite ver propuestas sólidas de creadores poco conocidos junto con trabajos de artistas omnipresentes en las principales manifestaciones artísticas de los últimos años como Jean-Marc Bustamante, que no podía faltar, ya que es oriundo de Toulouse. En los Jacobinos presenta uno de sus grandes paisajes urbanos, en el que por primera vez ha introducido la presencia de un rostro humano.
En la Escuela de Bellas Artes llama la atención el trabajo de Chung-Li Kao, un artista que vive y trabaja en Tapei y que pudimos descubrir en la última feria de Arco. Combina el dibujo y el cine para crear una original instalación realizada con antiguos proyectores de 8 milímetros. El trabajo del español Daniel García Andújar, que intenta desarrollar un proyecto para llevar el uso de las nuevas tecnologías a países pobres.
El uso de los avances tecnológicos cautiva a muchos creadores como Daniel Canogar, que muestra en el curioso Museo de la Medicina su obra «Phylogenesis», una instalación interactiva realizada con fibra óptica. Es también el caso del chino Zhu Jia que ha integrado un montaje vídeo en el Espace EDF-Bazacle.
El Printemps de Septembre incluye además numerosos espectáculos y proyecciones nocturnas. En la céntrica plaza del Capitol el mejicano Rafael Lozano proyecta textos sobre la fachada del ayuntamiento, mientras el escenógrafo Laurent Fachard ha creado un escenario mágico en las orillas del río Garonne con una iluminación especial.
Leave a Reply