Image Alt

December 2022

Soy muy consciente, los artistas hace tiempo que no participamos del diseño y gestión de las instituciones dedicadas al arte contemporáneo de este país. Salvo honrosas excepciones, nuestra capacidad para mediar o influir en las decisiones que se toman en estos establecimientos es nula. Nuestro papel se ha visto reducido a una mera invitación a la fiesta. Nos invitan, en el mejor de los casos, a participar en esta u otra expo y si te he visto no me acuerdo. Cumplimos con la cuota, estamos para el “photocall”, nos han ido apartando de un selecto club formado actualmente por curadores, influencers, directores, comisarios, educadores, descubridores, coleccionistas, rescatadores, gestores culturales y técnicos de todo tipo. Pero me van a permitir que muestre mi perplejidad ante algunos hechos que me llaman bastante la atención. Me refiero al ruido mediático que se produce en redes, y en la corte, en torno a la convocatoria del concurso público para la dirección del Reina Sofía. Ya lleva meses el runrún, y es extraño que incluso se intensifique cuando todavía no hay fecha, ni bases, para la convocatoria. Y es más curioso todavía observar cómo se pone en marcha esta operación de forma paralela a las campañas mediáticas