Interferències con Daniel G. Andújar · 17 de enero 2018. Bau, Centro Universitario de Diseño de Barcelona
El artista, activista y teórico Daniel G. Andújar será el encargado de inaugurar la primera Interferències del 2018, que lleva por título Paisaje visual. Territorio de resistencia y que tendrá lugar el 17 de enero a las 14:00 h en BAU. Esta conferencia es la cuarta sesión Interferències del curso 2017-18, un ciclo organizado por el Área de Cultura de BAU que ha traído a artistas, activistas, filósofos, arquitectos e investigadores como Timothy Morton, Ibon Bilbao (Arquitectos de Cabecera) o Lara Costafreda (Casa nostra, casa vostra) en el primer semestre del curso. Según Daniel G. Andújar, el lenguaje visual es la herramienta más valiosa de la práctica artística, pese a que en estos momentos lo “visual” está específicamente asociado al territorio digital contemporáneo, al ocio digital, a la publicidad. El arte ya no tiene la hegemonía e influencia del pasado en los procesos de generación de un imaginario visual, es más, ha perdido parte de esa capacidad. Las estructuras que creamos condicionan nuestra percepción de la realidad. Afortunadamente, todo lo que somos capaces de construir, seremos capaces de modificar. La práctica artística puede convertirse en un lugar estratégico de resistencia a las interpretaciones estandarizadas de los medios digitales y la maquinaria de control y mediación que el capitalismo impone. Tal vez sea el momento de dejar de producir más ruido, de fabricar más imágenes ciegas y de adhesión a la autoridad o a determinados intereses de las sociedades postcapitalistas. Esto no quiere decir necesariamente dejar de trabajar con las imágenes, sino más bien reflexionar cómo se han construido estas imágenes, cuál es su estructura, qué significado tienen y cómo podemos activarlas e incorporarlas en el proceso cultural.
Salvados de la entropía. La Fundación Helga de Alvear se adentra en la reconstrucción del medio natural
Ángela Molina 2 ENE 2018 El País Hay señales de alerta y señales de arte, y todas coinciden en una exposición que nunca podrá tener lugar fijo porque, de hecho, está en todos esos espacios naturales, dilatada en los más extremos momentos de extenuación y en sus compañeros víctimas, criaturas con caras de animales que desbordan mar, cielo y tierra para defenderse de los últimos hombres en el mundo. La poética visual de Todas las palabras para decir roca garantiza a esos seres su individualidad y goce hasta el mismo filo de la trampa, donde esperan, disimulados, pirómanos y poceros. La colectiva que se exhibe en la Fundación Helga de Alvear sólo ha podido ser ideada por un autor orgulloso de sus fuentes. Julián Rodríguez, galerista, escritor y editor nacido en la Extremadura de huertos y campos, sostiene que una de las mayores preocupaciones contemporáneas, la preservación y construcción del medio natural, tiene su ángel salvador en el campo gravitacional del arte. Es de suponer que asistiremos a una nueva era de exposiciones de alto voltaje ecológico, y esta es una de ellas, atrevida, abiertamente didáctica, fecunda aunque vulnerable, como si cada imagen, cada forma orgánica hubiera sido liberada de las garras de la entropía.