Gil Scott-Heron, contra el cierre del Centre del Carme
La leyenda de la música negra se suma a artistas y galeristas en favor del museo en un foro de Internet EL PAÍS - Valencia - 03/02/2002 'The world is a ghetto. Stop speculation. (El mundo es un gueto. Basta de especulación)'. Con este drástico recado ilustra su rechazo al cierre del Centre del Carme Gil Scott-Heron en la página web de debate sobre la política cultural valenciana (e-valencia.org) abierta recientemente por el artista Daniel G. Andújar. El músico, poeta y activista de Chicago, comprometido con las reivindicaciones de la población negra, añade así a su lista de causas el cierre de este emblemático museo, que será reabierto con contenidos y objetivos muy distintos. Con la firma de esta leyenda de la cultura negra norteamericana (con un legado discográfico repleto de temas clásicos, como The bottle o The revolution will not be televised) sube el tono de la protesta por esta decisión de la Consejería de Educación y Cultura. Las dos salas del Centre del Carme, pertenecientes hasta ahora al IVAM, dejarán de exhibir el arte contemporáneo más experimental para, a partir de marzo de 2003 albergar la segunda fase del Museo del Siglo XIX, cuya sede definitiva será el antiguo Convento del Carmen. Esta medida está vinculada a la ampliación del IVAM, que ocupará toda la manzana sobre la que se asienta e integrará toda su obra en una única sede. Sin embargo, esta medida ha provocado un ácido debate en los sectores artísticos y culturales porque el IVAM pierde la singularidad que le confería el Convento del Carmen, el arte experimental diluye su identidad en el museo y esa parte del Barri del Carme se queda sin el único símbolo de contemporaneidad artística.
Rebelión a bordo (o Disidencia en la Red): Llegan los hacktivistas.
Por: Laura G. De Rivera.
La mercantilización de Internet y los abusos de poder están en la diana de los hacktivistas. La Red deja de ser sólo un medio de comunicación para convertirse en el campo y objetivo mismo de la contienda. Sus acciones reúnen a personas de todo el mundo a través de Internet. “Las redes ayudan a construir redes. Esto sucede rápidamente a través del correo electrónico, que es nuestro método principal de trabajo”. Así lo afirma Ricardo Domínguez, fundador del movimiento de Desobediencia Civil Electrónica y uno de los primeros hacktivistas de la historia, que saltó a Internet al calor del zapatismo digital a comienzos de 1998. “Con la nueva tecnología de redes colectivas, los militares y los estados no serán las únicas comunidades capaces de acceder a la distribución de la información. Los civiles también podrán”, añade.
Para muchos, el hacktivismo es una forma de delincuencia encubierta que amenza el orden establecido. Para otros, se trata más bien de trasladar los medios de acción política desde la calle a Internet. Entre los primeros están, cómo no, el gobierno de EE UU, que tras el 11 de septiembre se sintió con más derecho a extremar las restricciones en la privacidad de las comunicaciones en el ciberespacio. Ya lo hacía antes con la sofisticada maquinaria de vigilancia absoluta Echelon que tiene capacidad para espiar todas nuestros comunicaciones comunicaciones electrónicas, estemos o no bajo su jurisdicción legal.