Rumb a Venècia
El pavelló català a la Biennal d’Art ja està a punt i vol incidir en el debat sobre la creació contemporània més enllà de la identitat nacional
ROBERTA BOSCO / CATALINA SERRA , El País
Al final hi haurà final feliç. La presència catalana a la propera Biennal d’Art de Venècia, la més important del món en aquest camp, semblava una cabòria quan Josep Lluís Carod-Rovira la va anunciar a la clausura de la fira de Frankfurt de 2007, en la qual Catalunya era la cultura convidada. Però, després de molts esforços i d’un procés de selecció dels continguts en certa manera exemplar, el proper 7 de juny hi haurà un pavelló català a Venècia. Serà dins el que es coneix com a “eventi collaterali” —una de les tres branques del programa oficial juntament amb els pavellons nacionals i l’exposició internacional— i tindrà una ubicació bastant privilegiada, il Magazzini del Sale, al Dorsoduro. No és un mal lloc tenint en compte les dificultats d’aconseguir espais centrals a la ciutat de la llacuna durant la biennal. La situació té un punt estratègic en el circuit artístic ja que que està a prop del museu Peggy Guggenheim i de la nova seu de la col·lecció Pinault de Tadao Ando, que s’inaugurarà en aquelles dates.
Periodismo sensacionalista
Hace años que hablamos y discutimos sobre la crisis del modelo de prensa tradicional. Hemos señalado la crisis de mediación, credibilidad, objetividad, autoridad, información e incluso de atención, que comienzan a socabar sus elementos fundamentales, y ponen en duda el propio ser de la información periodística y el modelo de la prensa tradicional. La información y el periodismo viven un verdadero asalto a sus fundamentos y modelo. Y ahí están algunos periodistas, siempre dispuestos para echar una mano, al cuello. Relegada la crítica cultural a su la mínima expresión en los viejos medios, la información cultural campa a sus anchas en su pequeña trinchera. Algunos profesionales, como es el caso, se saltan sus propios principios deontológicos sobre la objetividad de la información y la separación entre información y opinión. A los que estamos hartos de arengas sobre responsabilidad y problemas sobre los medios digitales nos sorprende como estos profesionales se saltan a la torera la exigencia de calidad y responsabilidad que demanda el propio periodismo tradicional. Las continuas alusiones a que la información debe ser ante todo precisa, lo más rigurosa, detallada y veraz posible, independientemente del medio en el que se ofrezca, caen en saco roto con estos ejemplos.