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November 2013

[notas para  "El museo en futuro. Cruces y desvíos", los días 6, 7 y 8 de noviembre, en Madrid y que organiza la Asociación de Directores de Arte Contemporáneo de España (ADACE). El encuentro se centra en el futuro del museo en un momento de transformación radical como el actual y pretende ser un foro de intercambio y debate con el fin de poner en común cuestiones que afectan a las relaciones entre los públicos y las instituciones culturales. Además, estas jornadas quieren poner énfasis en la necesidad de impulsar nuevos modos de financiación, producción y distribución para las artes, así como redes de colaboración e intercambio.]

http://www.adace.es/uploads/El%20museo%20en%20futuro(5).pdf


Según 'Art Review' en su lista de los 100 nombres más poderosos, o influyentes del mundo del arte contemporáneo, destacan galeristas, marchantes, curators, coleccionistas y ricos de todo tipo, directores de grandes instituciones y en ultima instancia, y escasamente, artistas. A pesar de esta y otras listas, sigo pensando que el artista –parecería lógico pensar– es el muro de carga sobre el que se debe impulsar el sistema del arte actual. Se relaciona directamente con todos los agentes del mismo y produce las obras que son interpretadas, mediatizadas, exhibidas o comercializadas por otros profesionales. Estas listas deberían reflejar de algún modo la seriedad y concreción de su trabajo, sin embargo, la realidad en la que se asienta su práctica refleja su debilidad en la distribución de fuerzas del “Sistema”. Lo que si que refleja es cómo la propia sinergia postcapitalista ha cambiado totalmente el contexto y los escenarios de la cultura. La pujanza financiera de los países del Golfo Pérsico, Kazajistán, Rusia o China ha reconvertido en franquicia y trata de clonar la tradicional hegemonía de Occidente: París, Roma, Londres, Berlín, Nueva York con la ayuda de proyectistas de notable influencia en el medio como Nouvel, Ando, Foster, Gehry, Pei, Hadid…, que paradójicamente no aparecen en esta lista. No es de extrañar, visto lo visto, que quien aparece en primer puesto sea la jequesa catarí Al Mayassa bint Hamad bin Khalifa Al-Thani, una treintañera que a su corta edad cuenta con el mayor presupuesto anual conocido para comprar arte (770 mill. €), construir museos y patrocinar u organizar exposiciones. Preside la Autoridad Museística de Catar y es la hermana del actual jeque, Tamin bin Hamad Al-Thani. Dicen que desde veinteañera se ha gastado entre 1.500 y 2.000 millones de euros y se comenta que en las ferias de arte los galeristas se desloman con las genuflexiones y reverencias que le propinan. Entre los treinta primeros de esta lista apenas aparecen cuatro artistas, el primero en aparecer en el noveno puesto es Ai Weiwei, ¿qué decir? Es cierto que esta es sólo una lista subjetiva, marcadamente anglosajona, sesgada, banal y con el crédito que por tanto merece. Pero, también es cierto que dentro y fuera de esta lista la realidad sitúa al artista en un teatro dónde su papel e influencia queda relegado al último escalafón de la jerarquía establecida, dando a entender que esto del arte no es cosa de los artistas.